Casi de milagro califican la historia de Dorka Campos y su pequeño hijo Martín, quien nació de forma prematura mientras su madre luchaba contra el Covid-19.
La paciente ingresó el pasado 22 de marzo y fue dada de alta el 19 de mayo de este año, estando entre medio conectada a ventilación mecánica, ya que “cuando llegó estaba saturando un 70%, que es muy, muy alejado de lo óptimo”, detalló la doctora Leonila Ferreira, jefa de la UCI Covid del Hospital Regional, Guillermo Grant Benavente.
La misma Campos dijo que todo fue muy rápido y que en cuestión de días pasó de estar disfrutando de unas vacaciones familiares, a estar en riesgo vital junto a su bebé.
“En cosa de 5 días me agravé, tenía mucha fiebre, me costaba respirar y tenía tos. Hasta ahí me acuerdo. Desperté acá en el hospital y ya había pasado un mes y medio desde el coma en el que yo estuve. Tenía cinco meses de embarazo, estábamos los dos muy mal, nos estábamos muriendo, así que decidieron sacármelo, hacerme una cesárea de urgencia”.
La doctora Ferreira detalló que la condición de ella era de extremo cuidado, y que al momento de llegar se le aplicó el protocolo Covid establecido, siendo sometido su caso a una evaluación diaria con un grupo interdisciplinario.
“Llegó y la sometimos a nuestro protocolo de insuficiencia neurorespiratoria, se durmió, se cedo, se le puso un neuromuscular para poder relajar los músculos y poder darle las presiones de la vía aérea y todo lo que requiere el ventilador y también se pronó y con un embarazo eso es mucho más complicado… La mantuvimos unos días y nos reuníamos con los equipos de ginecología y neonatología para ver todas las posibilidades que podía tener”.
Añadió que algunas de las opciones analizadas contemplaban sacar a Martín en la UCI, en pabellón o esperar más tiempo. “Se fueron dando las cosas, a pesar de la gravedad, y completó finalmente 14 días de ECMO, pero ella no podía pronarse de nuevo, así que decidimos interrumpir el embarazo y ahí nació Martín”, contó la jefa de la UCI, quien agregó que por nacer con solo 29 semanas, el pequeño también fue conectado a una máquina de ventilación mecánica.
Sobre este periodo, la madre del menor dijo que “de a poco fui recuperando mi conciencia y ahí ya me di cuenta que estaba en un hospital, pero pensaba que habían pasado 1 o 2 días. Cuando me dijeron dos meses, fue terrible, fue una experiencia terrible”, recuerda con angustia. “Me dormí embarazada, desperté con mi hijo afuera y sin saber nada de mi otra bebé de casi dos años que estaba en mi casa Yo escuchaba acá a otros bebés y era solo llorar y llorar”
Campos agregó que al despertar le contaron todo lo que pasó con ella, que estuvo conectada a ECMO, que le hicieron una traqueotomía, que estuvo intubada y no pudo ver a su bebé hasta que lo dieron de alta, cuando ya habían pasado 4 meses.
Dijo además que “todavía estoy en terapia con un kinesiólogo, porque recién estoy recuperando el movimiento total del cuerpo, aún me queda un poco, pero fue un tema difícil”.
Finalmente la doctora Ferreira dijo que las “embarazadas conectadas a ECMO son realmente una excepción a nivel mundial”, detallando que en este tiempo de pandemia han tenido solo 3 mujeres en esa condición de un total de 1200 pacientes conectados a ventilador mecánico. De ellas solo Dorka Campos logró tener un embarazo exitoso. Agregó que en la estadística mundial de La Organización de soporte vital extracorpóreo, Elso, por sus siglas en inglés, “tenía 9.300 pacientes conectados a ECMO y de ese registro, solo 205 eran embarazadas, lo que equivale a un 5%, por lo que consideramos que este caso específico es totalmente excepcional”, concluyó.