Vecinos de Talcahuano temen que la decisión del municipio lleve a los pobladores a lanzar su propia pirotecnia, provocando con esto, incendios en la comuna.
Nuevamente Talcahuano se quedará sin fuegos artificiales para año nuevo. La medida se sustenta en el avance del coronavirus en la región y para ello, determinaron suspender la tradicional celebración a orillas de la bahía, lugar en el cual se aglomeraban miles de personas.
El alcalde de la comuna, Henry Campos declaró al respecto que saben “que aún estamos en pandemia, queremos evitar las aglomeraciones y por lo tanto no van a haber actividades, ni fiestas de años nuevo frente al mar, ni fuegos artificiales porque consideremos que hoy día sería algo imprudente en las condiciones de pandemia que tenemos y el considerable aumento de casos que hoy llevamos en la comuna de Talcahuano y en la Provincia de Concepción”.
La determinación, de exclusiva responsabilidad del jefe comunal, provocó diversas reacciones entre los vecinos de Talcahuano, aunque de forma general, se valoró positivamente la medida, concordando en que desde el punto de vista sanitario es acertada.
“Si es por medida de protección y un poco de austeridad, bienvenido sea, aceptémoslo, pasémoslo bien en casa y ya habrá tiempo de salir”, señaló Maritza Vergara, presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Talcahuano.
José López, presidente de la junta de vecinos de Centinela, dijo por su parte que “por el tema de la pandemia me parece bien”, pero llamando a que “esos recursos se administren bien, que lleguen a la población”.
Peligro en poblaciones
Pero no todas fueron palabras positivas, ya que los dirigentes mostraron su preocupación por el hecho del lanzamiento de fuegos de artificio en las poblaciones, hecho que más de un susto les ha hecho pasar.
En esa línea, López dijo que hace tiempo que se están lanzando, “antes era un gusto ver y escucharlos, pero ahora estamos chatos todos los fines de semana, por un velorio, un partido, por lo que sea tiran fuegos artificiales”.
Y por lo mismo pidió más fiscalización, porque, según dijo, es común el lanzamiento “y no sabemos de donde salen, porque hay prohibición de comercialización, e imagínese acá en los cerros, es muy peligroso porque si no toman la altura suficiente, caen encendidos al piso, con pasto seco, se prende todo”.
La dirigente de Santa Clara, Ana Veliz, dijo por su parte que “a veces uno no sabe a qué atenerse porque de la nada empiezan a sonar cuetazos, y no sé de dónde los sacan, o cómo los compran”, añadiendo que incluso la comisaría queda cerca, pero no hay una respuesta, ni una fiscalización sobre el tema.
Vergara en tanto propone para evitar que esta situación se vea intensificada en las fiestas de fin de año, que se realice de forma organizada y en algunos sectores puntuales para que los vecinos de Talcahuano puedan disfrutar de los fuegos de artificio.
“Hay sectores donde a través de las juntas se vecinos se podría hacer algo, bien organizado y que no lo haga cualquiera, porque es peligroso”.
Finalmente, desde el municipio porteño señalaron que están preparando una campaña de seguridad que tendrá foco en los fuegos artificiales. Esto motivado por los incendios del humedal Paicaví, remarcando además que es un delito la compra y venta de estos elementos, los que pueden producir daños a la propiedad pública y privada.