Primer Ministro de Reino Unido manifestó preocupación ante la «emergencia» de la variante Ómicron
La variante Ómicron ha causado estragos en todo el mundo; desde las gobernaciones de distintas naciones y la Organización Mundial de la Salud (OMS). En consecuencia, algunos países han reconocido presentar una «emergencia» dentro de sus territorios.
El caso de Gran Bretaña
En un mensaje televisado a la nación, el primer ministro británico, Boris Johnson, reconoció que su país se enfrenta a una «emergencia» por la rápida transmisión de la Ómicron, lo que obliga a adelantar en un mes el objetivo de vacunar a todos los adultos con el refuerzo, anteriormente fijado para final de enero.
Johnson advirtió además de que esa masiva movilización del Estado, en la que también participará el Ejército, obligará a cancelar consultas y revisiones médicas hasta el año próximo, pero lo justificó ante la amenaza que supone la Ómicron para las «libertades» de los ciudadanos.
«Nadie debería tener ninguna duda de que está llegando una marea de Ómicron y me temo que está claro que dos dosis de la vacuna sencillamente no son suficientes para darnos el nivel de protección que necesitamos», dijo Johnson.
La dosis de refuerzo podrá inyectarse a todos aquellos que ya hayan recibido la segunda dosis hace al menos tres meses.
Alta cantidad de contagios
El Reino Unido había elevado hoy previamente el nivel de alerta por el Covid a cuatro -sobre un total de cinco- tras registrar hoy un récord de casos de la nueva variante, 1.239, que eleva el total a 3.137.
Los científicos calculan que el número de contagios por la Ómicron se dobla cada entre dos y tres días en la actualidad.
Johnson recordó en su alocución que los expertos todavía ignoran si la enfermedad que causa la nueva variante es más grave que las anteriores, pero existe consenso en que es mucho más contagiosa.
Los hospitales británicos ya han comenzado a recibir pacientes infectados por la Ómicron y se teme que, aún si la variante produce efectos menos severos, el sistema nacional de salud (NHS) se vea desbordado ante un aluvión de ingresos.