Ad portas de comenzar la segunda quincena de enero y con la mayoría de las comunas del Biobío en Fase 3 y 4, la temporada estival está presta para comenzar con todo en su momento más álgido. No obstante, la pandemia por coronavirus no ha terminado y la incertidumbre sanitaria estará presente.

Buscando tener un verano seguro

La Seremi de Salud Isabel Rojas se refirió a los procesos de fiscalizaciones y los métodos que se aplicarán esta temporada para tener un verano seguro.

«La planificación para un verano seguro en cuanto al covid consiste en potenciar las cuadrillas sanitarias. Estamos trabajando en conjunto con estas a nivel territorial de las municipalidades. Hay que fortalecer el autocuidado y la educación respecto a estas medidas», afirmó Rojas.

«Desde enero hemos realizado 33 fiscalizaciones en campings y piscinas; ya cursamos un sumario sanitario. Hemos coordinado un trabajo mancomunado con diversos organismos municipales, para así complementar y potenciar todo el trabajo en la búsqueda activa y todas las prestaciones que nos competen», concluyó.

La visión del turismo

Héctor Valencia, microempresario de turismo aventura náutico de paseos en lancha «Los Galeones de Quillón», tiene una visión poco alentadora del verano en torno al panorama sanitario.

Valencia explica que «el panorama se ve mal. Hay aumento de los contagios y todo eso, en cualquier instante nos cambian de fase. Según el presidente no van a haber cuarentenas, pero no deja de ser negativo».

A lo anterior agregó que en la Laguna Avendaño de Quillón se presencia una muy baja afluencia de público, por lo que la expectativa de un buen verano económica y turísticamente hablando es baja.

Hay temor

Ricardo Fajardo Flores, microempresario dueño de un Food Truck de la zona de Quillón, declaró que «considerando lo que está pasando en los países vecinos como Argentina con la llegaba de ómicron, da temor. Ellos tienen casi 140.000 contagiados diarios entonces da miedo».

«Acá Quillón es un pueblo chico, como muchas otras zonas turísticas. Si hay unos casos y contactos estrechos el contagio es mucho más rápido; se complica todo, incluyendo el turismo y la cantidad de gente en la zona».

Junto a lo previamente expuesto, precisó que trata de mantener «varias medidas de seguridad. Entre ellas no dejo que se apoye la gente o que se aglomere en mi local. La gente simplemente hace el pedido y automáticamente se tienen que retirar».