El ministerio de Inmigración de Australia tomó una drástica decisión en torno a la permanencia de Novak Djokovic en el país. El tenista, que protagonizó una importante polémica por ingresar al país sin estar vacunado, nuevamente corre el riesgo de ser expulsado.

Este dictamen administrativo se produce ocho días después de su cancelación del pasaporte y confinamiento en un hotel de Melbourne por no cumplir los requisitos de la visa de ingreso -la que le fue cancelada-, a pesar de haber conseguido el respaldo de un juez para permanecer en el país y disputar el Australia Open el pasado lunes.

Tras esta decisión, el tenista serbio deberá acudir a una entrevista con agentes de inmigración, para luego ser detenido, aunque podrá preparar su defensa junto a sus abogados.

En las últimas jornadas, el número uno del ranking ATP había reconocido «errores humanos» al conseguir su documentación. Además, se dio a conocer que entregó información falsa a las autoridades para obtener su visa, como afirmar no haber viajado anteriormente -se desplazó de Serbia a España-, o haber dado entrevistas estando contagiado de Covid-19.

Por su parte, el ministro Alex Hawke informó que «hoy he ejercido mi poder bajo la sección 133C(3) de la Ley de Inmigración para cancelar el visado del Sr. Novak Djokovic, basado en razones sanitarias y del mantenimiento del orden por ser de interés público», mediante un comunicado. Por su parte, se prevé que los abogados de Djokovic preparen una nueva defensa para evitar la deportación.