El Colegio de Profesores/as se mostró expectante por el nuevo Gobierno y recomendó fijar un límite en el aforo de las salas de clases para que el inicio de clases para que la presencialidad pueda sostenerse a lo largo del año escolar.

El protocolo de las autoridades del Minedec para iniciar el año estudiantil en los establecimientos no incluye límite en los aforos dentro de las salas de clases, por lo que según el gremio, da pie a la generación de brotes y el consecuente cierre de colegios.

Carlos Díaz Marchant, presidente del Colegio de Profesores, reconoció en su visita a Concepción estar «viendo con mucha preocupación lo que está ocurriendo» ante la ausencia de especificaciones sobre el aforo.

A modo de ejemplo, indicó que en colegios del país «se han presentado casos lamentables de contagios tanto de estudiantes como de docentes (…) Tenemos una escuela en Estación Central que tuvo que suspender las clases por la cantidad de colegas infectados».

En ese contexto, criticó al ministro Raúl Figueroa por hacer caso omiso a las peticiones del Colegio de Profesores y plantear medidas «dentro de lo posible», lo que a juicio del presidente del gremio «es una tremenda discriminación para los niños o establecimientos que no tienen recursos«.

«Hemos escuchado al ministro de Educación decir que no es preocupante porque sólo el 20% de las escuelas en Chile tendrían sobre 40 alumnos por curso. Pero si miramos las cifras para ver qué significa ese 20%, estamos hablando de 700 o 800 mil estudiantes en esa condición», explicó.

«Si a un ministro de Estado no le interesa que 700 mil u 800 mil niños puedan estar en una situación concreta y cierta de contagio, por supuesto que nos preocupa«, criticó.

De igual forma, afirmó que «en ese mismo tenor se lo hemos planteado a la autoridad que asume el viernes. Creemos que es fundamental incorporar el aforo e iniciar este proceso en forma paulatina«.

Propuestas del gremio

En primer lugar, Díaz Marchant recomendó establecer la jornada escolar completa pero de forma paulatina, debido a que aún existen instancias que posibilitan brotes, como la hora del almuerzo, «donde se sacan la mascarilla», y la ventilación de las salas, «que debe ser permanente y cruzada».

Finalmente recomendó establecer mesas de trabajo en todas las regiones del país «para que sean las comunidades educativas las que vayan viendo y resolviendo con la participación de todos sus integrantes los problemas que puedan existir«, ya que «cada realidad es distinta».

En esa línea, añadió que «la idea es buscar y ver turnos de acuerdo a cada realidad, por eso es tan importantes las propuestas que puedan generar las comunidades educativas», destacó.

«Todos queremos presencialidad (…) Pero una presencialidad que sea duradera, no que nos dure tres semanas y después debamos cerrar las escuelas. Para ello la única forma es tener un protocolo estricto con medidas que garanticen que no habrá contagios», concluyó.

Situación del Biobío

En línea con la postura del presidente nacional, el presidente regional Jorge Barría estimó que «la asistencia a los establecimientos bordea el 60%«, lo que es «un número importante que ha ido en aumento estas semanas, pero sin duda nos tienen en preocupación constante».

«No existe una trazabilidad como existía antiguamente, hoy día tenemos estudiantes que llegan con apoderados contagiados pero se sienten bien y por lo tanto lo envían al establecimiento. No hay ninguna trazabilidad», evidenció.

Por otro lado, calificó como «curiosa y lamentable» la reciente renuncia del seremi de Educación. «Uno espera que termine el proceso completo de su gobierno y después irá  a buscar trabajo a otro lado, pero lamentablemente no fue así. Dejó la Seremi y lamentablemente no hay comunicación hoy día», expresó.

«Hubo mesas de trabajos que no llegaron a buen puerto, que eran sólo de escuchas y nada resolutivo«, criticó sobre Felipe Vogel, al mismo tiempo que se mostró expectante por el seremi entrante.

«Nosotros esperamos que con el nuevo seremi de educación, que estamos ansiosos de conocerlo, que se revierta esta situación y podamos tener una comunicación constante«, dijo.

Gabriela Cuevas Vega, quien se desempeña como protesorera regional y coordinadora del Departamento de Profesores Jubilados del Magisterio, sostuvo que «es bastante engorroso determinar si hay Covid o no, porque incluso están dando de alta a los cinco días a las personas que lo tienen, entonces con los niños va a ser bien difícil saber si están contagiados, porque algunos son asintomáticos»

Esta situación la calificó como «problemática«, ya que «tienen que haber 13 alumnos en distintos cursos para determinar si hay un brote«. En esa línea, aseguró que «antes se actuaba con mayor responsabilidad».

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