Chile registró una importante baja en casos de discriminación de la diversidad de género y sexual, la que después de ocho años de cifras en aumento constante, muestra un descenso en actos que trasgreden la integridad de las minorías sexuales.

De acuerdo con el informe elaborado y dado a conocer por el Movimiento de Identidad y Liberación Homosexual, a lo largo de 2021 se registraron 1.114 casos de discriminación en sus diversas categorías.

En detalle, dichos episodios constan de tres asesinatos, 78 agresiones físicas o verbales, 12 atropellos policiales, 391 situaciones de marginación o exclusión institucional, 106 denuncias de discriminación laboral y 12 educacional.

En ese contexto, el informe reporta 12 campañas de odio contra la diversidad, 55 situaciones de negación de derechos en espacios públicos o privados, 135 abusos comunitarios, un caso de segregación en el ámbito de la cultura o espectáculo, y 309 discursos o declaraciones públicas de odio.

En concreto, el Movilh reveló que en total fueron 48 las instituciones y 767 las personas particulares acusadas de perpetrar estos actos de discriminación, entre los que se encuentran entes como Gendarmería, la Armada, Carabineros, iglesias, la comunidad judía. De igual forma, destacan a partidos como la UDI o Republicano, junto a personeros como Andrés Allamand, José Antonio Kast y Joaquín Lavín.

Los principales descensos se relacionan con movilizaciones o campañas de odio (-80%), discriminación educacional (-63%), asesinatos (-50%), discriminación comunitaria (-46,6%), agresiones físicas/verbales (-40,9%), abusos policiales (-25%), negación de derechos de servicios o productos (-14%) y atropellos laborales (-3,6%).

Por otro lado, las únicas dos categorías de discriminación que incrementaron en 2021 fueron las exclusiones institucionales en un 3,1% y las declaraciones de odio en un 47,8%.

Evaluación positiva

En palabras del Movilh, y tomando en cuenta las cifras citadas por el informe, «el 2021 es, por donde se mire, el año cuando la causa LGBTIQA+ cerró un capítulo, el más difícil de su historia«.

La ONG evalúa que la comunidad «pasó desde el rechazo total del Estado y de la sociedad a cualquier asomo de las orientaciones sexuales o identidades de género diversas, hasta una apertura que reconoce derechos a todas las familias y protege con herramientas jurídicas, perfectibles o no, a todas las personas».

Concluyen que con esto se instalan «bases sólidas para futuras y nuevas transformaciones, siendo sin duda el aporte más significativo la mayoritaria aceptación y comprensión de la diversidad que existe entre los habitantes de Chile, una transformación cultural de décadas que cumple también su ciclo e inicia nuevos desafíos».

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