El Ejecutivo presentó y envió con discusión inmediata al Congreso un nuevo proyecto de retiro de fondos que trae importantes limitaciones, a diferencia de la propuesta original, «con criterio de seguridad social».

Este martes, el Gobierno decidió dar a conocer un nuevo proyecto de retiro de fondos de AFP que busca posibilitar una extracción de dinero pero de forma acotada, para evitar un daño económico mayor en caso de retirarse un nuevo 10% total, como lo propone el proyecto en el Congreso.

Esta iniciativa se presentó como consecuencia del fracaso por parte del Ejecutivo en reunir apoyo parlamentario de la bancada oficialista para evitar el quinto retiro del 10% de fondos.

El proyecto en cuestión está diseñado para ser aplicado específicamente para el pago de pensiones alimenticias, adquirir la primera vivienda y enfrentar deudas de tipo salud, servicios básicos o créditos hipotecarios.

Al respecto, el ministro Marcel explicó que «en términos de liquidaciones de fondos, esto es algo de una envergadura muy diferente«, en alusión a los retiros del pasado. «Diría no más de la décima parte de lo que habría requerido un retiro masivo e incondicional«, añadió.

Este quinto retiro acotado, de acuerdo a la Superintendencia de Pensiones, implica una extracción estimada de US$1.500 millones, muy distante a los US$16.500 millones y US$ 14.800 del segundo y tercer retiro, respectivamente.

Además, el Gobierno explicó que este proyecto mantendrá los rangos anteriores: se podrá extraer un máximo de 150 UF ($4,7 millones), un mínimo de 35 UF (1,1 millones) y la opción de retirar el total si el saldo es inferior al mínimo.

Pilares de la iniciativa.

Esta propuesta pretende posibilitar el retiro en caso de que se exija, por parte de un demandante, el pago de deudas originadas por obligaciones alimentarias, Pensiones de alimentos.

De igual forma, se podrá extraer el 10% para destinarse a incrementar el ahorro necesario para adquirir la primera vivienda del cotizante, para la postulación de los subsidios de vivienda.