8 de cada 10 muertes por cáncer de pulmón están asociados al consumo de tabaco. En el Biobío, 16 de cada 100 mil habitantes pierde la vida por la enfermedad, 15% más que en 2020.

En Chile se diagnostican más de 3.900 casos de cáncer de pulmón al año, de acuerdo con el Observatorio Global del Cáncer, enfermedad que tiene como principal responsable el consumo de tabaco.

A pesar de ser una patología que se puede prevenir -9 de cada 10 casos se trata de manera curativa-, durante los últimos años se ha registrado un fuerte incremento tanto en incidencia como en mortalidad.

Según información del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Minsal, entre 2021 y 2022 el cáncer de pulmón se mantuvo como la primera causa de muerte por cáncer en hombres y mujeres de nuestro país, con cerca de 6.770 fallecimientos.

Tomar medidas preventivas es un tema prioritario para el Dr. Juan Emilio Cheyre, jefe de cirugía torácica de Fundación Arturo López Pérez, quien señala que «minimizar el impacto del tabaco en el organismo, sumado al desconocimiento general de la población y, en especial del grupo de mayor riesgo sobre la enfermedad, representan importantes barreras en torno al abordaje de este tipo de cáncer».

«Muchos fumadores creen que la falta de sintomatología es un indicador de que su salud anda bien y que no deberían preocuparse. Pero lo que no saben es que la presencia de síntomas como tos persistente o con sangre, sibilancia y dolor en el pecho nos alertan de una enfermedad en etapa más avanzada», explicó.

Cifras en el Biobío

Al igual que otras patologías oncológicas, el cáncer de pulmón tiene un fuerte impacto a nivel regional. De acuerdo con información del DEIS, durante 2022 la Tasa Ajustada de Mortalidad (TAM) de la región del Biobío fue de 15,99.

En otras palabras, 16 habitantes perdieron la vida de cada 100 mil por esta causa, lo que representa un incremento del 15% respecto de 2020, en donde la TAM de la zona fue de 13,88.

Entre 2021 y 2022, Biobío registró más de 500 decesos, de los cuales el 57% correspondió a hombres y el 43% a mujeres.

Las comunas donde se registró el mayor número de muertes por cáncer de pulmón fueron Concepción (16%), Talcahuano (15%), Coronel (10%), Los Ángeles (9%), Hualpén (9%), y San Pedro de la Paz (8%).

En cuanto al rango etario más afectado, el 58% de las muertes se produjo en hombres y mujeres entre los 70-89 años, seguido por un 35% entre los 50-69 años.

Educación como primer pilar de la prevención.

Para el Dr. Cheyre, la educación es un aspecto primordial en la concientización de las personas, tanto en materia de prevención como también de diagnóstico precoz de esta enfermedad.

«Desarrollar campañas de educación y de concientización transversales a la comunidad adquieren aún mayor importancia teniendo en cuenta que el inicio del hábito tabáquico es cada vez más precoz», aseguró.

«Como país hemos registrado importantes avances en materia normativa para reducir el consumo de tabaco. Sin embargo, hasta ahora el grueso del trabajo se ha centrado en el segmento fumador y no en el grupo donde podemos generar cambios conductuales reales que nos permitan disminuir, a futuro, las cifras de incidencia y mortalidad de esta enfermedad: nuestros niños y jóvenes«, indicó.

Bajo el concepto «Da un respiro a tus pulmones», FALP realiza una campaña educativa y de detección precoz del cáncer de pulmón, con un llamado a tomar un rol activo en el cuidado de su salud, evitando el tabaco e informándose sobre los riesgos del consumo.

Esto teniendo en cuenta que el humo del tabaco contiene miles de sustancias químicas: de ellas, más de 250 son dañinas para la salud y más de 70 cancerígenas.

Si bien el tabaco es el responsable de 9 de cada 10 casos de cáncer de pulmón, y de la muerte de 8 de cada 10 personas con esta enfermedad, existen otros factores de riesgo que pueden incrementar la posibilidad de desarrollar esta patología: ser fumador pasivo (expuesto al humo ambiental del tabaco), tener antecedentes familiares directos de cáncer de pulmón, haber recibido radioterapia en el pecho, estar expuesto al arsénico en el agua potable y exponerse al radón y al asbesto.

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