Toque de sirenas y romería al cementerio marcaron la jornada conmemorativa de uno de los sucesos más trágicos ocurridos en Chiguayante, que cobró la vida de 10 personas producto de un alud.
La noche del martes 11 de julio, voluntarios de Bomberos, familiares y el alcalde de Chiguayante Antonio Rivas participaron en una conmemoración y romería para recordar a las 10 personas, entre ellas tres bomberos, que murieron por el deslizamiento de tierra del Cerro Manquimávida.
Esta actividad se efectuó en el sector de Valle la Piedra, lugar donde hace 17 años se desencadenó una de las mayores tragedias de las que tiene memoria la comunidad.
En el lugar se rindió homenaje y honores a quienes fallecieron ese día, efectuándose el tradicional toque de sirenas y romería al Cementerio de Chiguayante, donde se depositó una ofrenda floral y la autoridad entregó unas sentidas palabras a Bomberos y familiares de las víctimas.
«Es una fecha muy triste, pero que nos reúne porque nuestros mártires merecen que rindamos honores y mantengamos viva su memoria y el legado de lo que significó su vida y espíritu bomberil, siempre al servicio del prójimo», dijo el alcalde Antonio Rivas
El 11 de julio del año 2006 quedó en la retina de los chiguayantinos para siempre. Ese día las débiles laderas del cerro Manquimávida cedieron frente a las persistentes lluvias, lo que provocó un alud de barro y piedras que se llevó la vida de tres voluntarios de la institución y de siete vecinos.
Este trágico acontecimiento ocurrió cuando las inclemencias climáticas, provocadas por intensas lluvias, desplegaron a unidades de Bomberos para prestar auxilio a la comunidad y, en particular, a las del sector aledaño al Cerro Manquimávida, donde casas fueron arrastradas por el barro. Bomberos resistieron el primer deslizamiento, no así el segundo, que cobró la vida de tres voluntarios.
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