La comunidad educativa de la Escuela Buena Esperanza cuenta desde hoy con una llamativa intervención -única en la provincia de Arauco- en el marco de la ejecución del Quiero mi Barrio Buena Esperanza.
«Estamos contentos de poder equipar un establecimiento educacional con este tipo de intervenciones, con la que no solo educamos a los niños y niñas, sino que, además, por medio de ellos, a sus familias y a las futuras generaciones, porque empezamos a concientizar desde edades tempranas», indicó Claudia Toledo, seremi de Vivienda y Urbanismo.
Estudiantes desde cuarto a octavo básico trabajaron la teoría sobre huertos, su función e importancia, almacigueras, sustrato con material orgánico, arcilla y arena para sembrar semillas de tomate, lechuga y calabaza.
Posteriormente, comenzaron con la delimitación del terreno para la construcción del invernadero, el mantenimiento y cuidado de los primeros brotes en las almacigueras, preparación de suelo, relleno con materia orgánica y arcilla, siembra y plantación de nuevas especies y trabajo de compostaje, entre otros procesos.
La iniciativa tiene como objetivo concientizar a los estudiantes en la conservación y cuidado del medio ambiente, a través de la construcción de un invernadero instalado en las dependencias de la escuela y la enseñanza de plantación y siembra de diversas especies.
«El mural le ha dado una nueva cara al acceso de nuestro establecimiento, rescatando la historia e identidad de la escuela […] nos ha permitido fomentar el trabajo en torno a la revaloración de la tierra y lo natural», indicó, Luis Ruíz, director Escuela Buena Esperanza.
A lo anterior, se suma otra iniciativa como el Taller de Muralismo Patrimonial, impartido por el artista visual local Francisco Chamblas, donde vecinos y vecinas de todas las edades pudieron plasmar su historia en un mural emplazado en la entrada principal del recinto educativo, transcendiendo generaciones y conservando el patrimonio histórico de una estructura que forma parte del barrio desde la década de los 80.
«Estamos muy contentos con el trabajo del Quiero mi Barrio y el equipo emplazado aquí en el sector donde se desarrollan distintas actividades y se sacan adelante proyectos y sueños de proyectos», dijo Alejandra Burgos, alcaldesa de Curanilahue.
«Hacemos un llamado a toda la comunidad para que participe de estas instancias, estos espacios en donde no solo se puede aprender, sino también poder acercarse a las personas del barrio, a reconectarse con sus vecinos y vecina», agregó.
Además se desarrolló el Taller de Jardinería y Cultivo de Plantas Medicinales, dictado por la docente Celia Villagra, que capacitó a las familias en el cuidado y cultivo de distintas plantas y hierbas y el correcto mantenimiento de sus jardines, haciendo hincapié en los beneficios y usos medicinales.
«Todo lo realizado a través de los talleres, la alianza con la Escuela Buena Esperanza ha sido un gran aporte, para todos los vecinos y vecinas, sobre todo para los niños y niñas del establecimiento, que fueron los principales beneficiados con estas obras», señaló Miguel Díaz Maldonado, de la Junta de Vecinos 21 C, Forestal Buena Esperanza.