Rio Grande do Sul, fronterizo con Argentina y Uruguay, es la región más golpeada con este desastre natural.

Alrededor de 60 municipios de Rio Grande do Sul han sufrido daños como consecuencia de las fuertes rachas de viento y el gran volumen de precipitaciones, que ha aislado comunidades enteras como consecuencia de inundaciones y crecidas de los ríos, teniendo que intervenir los equipos de rescate.

Según defensa civil del respectivo país, 15 de los 22 muertos notificados en Rio Grande do Sul ocurrieron en Muçum, donde las lluvias han sumergido bajo el agua a buena parte del municipio y muchos vecinos se han visto obligados a refugiarse en el tejado de sus casas.

La cifra de fallecidos puede subir en las próximas horas debido a que solo este miércoles el nivel del agua ha comenzado a bajar, posibilitando la inspección de los servicios de rescate en las zonas más afectadas.

La prioridad ahora, según las autoridades, es «rescatar» a las familias que se han quedado incomunicadas, para lo cual están involucrados cientos de efectivos de Defensa Civil, el Cuerpo de Bomberos, las Fuerzas Armadas y grupos de voluntarios que se sumaron a la ayuda.

El mandatario Luiz Inácio «Lula» da Silva tuvo acercamientos con las familias que resultaron afectadas, a fin de evaluar ayudas.

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