La NASA investiga asteroide que aterrizó en el desierto del estado de Utah gracias a dos paracaídas
La primera y la mayor muestra de asteroide jamás recogida por la NASA y sus investigadores aterrizó este domingo 24 de septiembre en el desierto estadounidense del estado de Utah luego de un fuerte y duro descenso a través de la atmósfera terrestre respectivamente, siete años después del despegue de la sonda Osiris-Rex.
La caída fue observada por sensores militares y fue frenada con dos paracaídas.
La muestra del asteroide Bennu, que fue tomada en 2020, contiene alrededor de 250 gramos de material, según estimaciones de la agencia espacial estadounidense, lo que es mucho más que las dos muestras de asteroides anteriores recogidas por misiones japonesas.
Se espera que el material colabore «a comprender mejor los tipos de asteroides que podrían amenazar la Tierra” y arrojar luz sobre «el comienzo mismo de la historia del sistema solar», subrayó el jefe de la agencia espacial, Bill Nelson respectivamente.
Cabe destacar que la sonda Osiris-REx se lanzó en septiembre de 2016 y llegó al asteroide Bennu en 2018. Posteriormente, pasó casi dos años orbitando el asteroide antes de acercarse para tomar una muestra del material suelto de la superficie, lo que sucedió el 20 de octubre de 2020.
Del mismo modo, los paracaídas se desplegaron al final del descenso hacia la superficie terrestre, lo que redujo la velocidad de la cápsula a unos 20 km/h antes de caer sobre el suelo desértico de Utah.