La UE se enfrenta a un calvario en la disputa por la nueva ayuda a Ucrania. El primer ministro húngaro, Orban, anunció resistencia a apoyar los planes al margen de la cumbre informal de la UE en Granada.

En cuanto a las propuestas para poner a disposición hasta 70.000 millones de euros para apoyar a Ucrania hasta finales de 2027, Orban dijo que bajo ninguna circunstancia aceptarían una ampliación presupuestaria imprudente.

Las entregas adicionales de armas prolongarían la matanza, argumentó. Orban también anunció una mayor resistencia a los planes de reforma del asilo en la Unión Europea.

Esto establece la obligación de mostrar solidaridad con los Estados que se ven particularmente afectados por la migración, que es el tema más crítico que se tiene en la pauta de Orban.

Es tan así, que incluso desde su punto de vista, después de que Hungría y Polonia hayan sido «violadas legalmente», ya no hay ninguna posibilidad de compromisos y acuerdos.

Orban aludió al hecho de que recientemente se tomaron decisiones importantes para la reforma planificada del sistema europeo de asilo por mayoría de votos en contra de la voluntad de Hungría y Polonia. Independientemente de los análisis jurídicos contrarios, ambos países opinan que esto sólo podría haber ocurrido por consenso, es decir, sin votos disidentes.

Hungría podría utilizar un veto para impedir que la ayuda se financie a través de la UE. Sin embargo, es probable que Orban acepte la ayuda, especialmente si a cambio se liberan fondos de la UE para Hungría, que actualmente están congelados en el país debido a déficits constitucionales.

La cumbre del sur de España es la tercera de la Comunidad Política Europea. Fue fundada el año pasado en respuesta a la invasión rusa de Ucrania.