El prestigioso actor estadounidense Robert De Niro se encuentra en medio de un sonado proceso legal en su contra por como consecuencia de una serie de acusaciones por parte de Graham Chase Robinson, ex asistente personal y ejecutiva en su empresa Canal Productions.
Robinson presentó una contrademanda dos meses después de que Robert demandara a la mujer por incumplimiento del deber y conversión. La extrabajadora afirma que De Niro, su antiguo empleador, la sometió a discriminación de género, represalias y condiciones laborales tóxicas.
La demandante afirmó que el ganador del Oscar hizo comentarios sexistas y le asignó tareas que considera «estereotípicamente femeninas» mientras trabajaba como ejecutiva en la empresa del actor, además de pagarle menos de lo acordado.
El actor subió al estrado por segundo día consecutivo el pasado martes y dijo sobre la demanda de su exasistente que «¡Todo este caso es una tontería!«.
En un momento durante su testimonio, el actor miró a Robinson, quien trabajó para él entre 2008 y 2019, y exclamó: «Qué vergüenza, Chase Robinson«.
En concreto, la exejecutiva de Canal Productions exige al menos US$ 12 millones en daños por angustia emocional y daño a la reputación provocada por el intérprete.
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