Donald Trump ganó las primarias como candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos en New Hampshire, lo que ratifica su popularidad entre el electorado de derecha, ubicándolo como el principal candidato para medirse con Joe Biden.
El empresario y expresidente se impuso a Nikki Haley, la única rival que le quedaba a Trump en la votación. Haley felicitó a Trump por su victoria, pero enfatizó que la carrera «está lejos de terminar».
Hasta el momento, Trump acumula 12 delegados (168,713 votos) frente a los 9 de Haley (134,214 votos).
Anteriormente, Trump había ganado las primarias republicanas en el estado de Iowa, lo que significó la retirada de la carrera presidencial republicana del tercer candidato y gobernador de Florida Ron DeSantis.
Los votos de los delegados son el factor más importante en las primaria, donde quien quiera ser nominado como candidato presidencial necesita una mayoría de votos de los delegados en la conferencia de nominación del partido. La mayoría se determinan mediante las primarias de un candidato.
Cada estado proporciona un cierto número de delegados. Estos se comprometen con los solicitantes en función de la proporción de votos emitidos en las elecciones primarias. También hay un número menor de delegados no comprometidos, en su mayoría parlamentarios o funcionarios del partido.
Se espera que los republicanos tengan 2.467 delegados para las elecciones. Se requieren al menos 1.234 votos de delegados para la nominación. Las elecciones presidenciales estadounidenses tendrán lugar en noviembre.
Por su parte, también Joe Biden ganó las primarias demócratas del mismo estado, pese a no estar en la papeleta.
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