La fotografía de un oso polar dormido en un glaciar en proceso de derretirse ha ganado el premio del público en el concurso Wildlife Photographer of the Year, organizado por el Museo de Historia Natural de Londres.

La fotógrafa Nima Sarikhani tomó la imagen en el conjunto isleño Spitzbergen en Noruega, capturando el enternecedor momento en que el oso con sus patas hizo una «cama» en hielo antes de acostarse: bautizó la foto como «Ice bed«.

La autora espera que haya razones para tener esperanza de que los efectos del cambio climático todavía puedan revertirse. «Los osos polares son increíblemente adaptables y en algunas áreas su número está aumentando, no es demasiado tarde para arreglar el desastre que hemos montado«, comentó Sarikhani.

El director del museo Douglas Gurr destacó que «la impresionante y conmovedora imagen de Nima nos permite ver la belleza y la fragilidad de nuestro planeta«.

«Su imagen, que invita a la reflexión, es un duro recordatorio del vínculo integral entre un animal y su hábitat y sirve como representación visual de los efectos perjudiciales del calentamiento climático y la pérdida de hábitats», valoró.

Cuatro imágenes más fueron calificadas de «excepcional» por el jurado: Audun Rikardsen fotografió a una medusa lunar en un fiordo cerca de la ciudad noruega de Tromsø. En Kenia, Mark Boyd dibujó un dibujo de dos leonas con un cachorro.

El fotógrafo Daniel Dencescu tomó una foto en el momento en que las miradas formaban una formación con forma de pájaro sobre la capital italiana Roma. Y Tzahi Finkelstein hizo la imagen de una libélula que cayó en la nariz de una tortuga en la llanura israelí de Jezreel.

El premio al fotógrafo del año de la vida silvestre es otorgado por el Museo de Historia Natural de Londres y es parte de un concurso más grande acompañado de una exposición especial anualmente. 75.000 personas participaron en la votación y en total había 25 fotos entre las que elegir.

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