“Miles de familias que ven afectada su fuente de trabajo”: Autoridades lamentaron fin de operaciones de Huachipato
El cierre de la siderúrgica, la empresa industrial más grande de la historia de la región del Biobío, implica la pérdida de 3 mil empleos directos, totalizando 20 mil si se suman a los trabajadores de la cadena de producción.
En vista de la lamentable noticia del cierre paulatino de la Compañía Siderúrgica Huachipato, diversas autoridades municipales y parlamentarias se manifestaron disconformes e indignados por la situación y sus consecuencias.
Desde Talcahuano, el alcalde Henry Campos aseguró que el fin de las operaciones de la empresa es «un golpe de agua fría para la región del Biobío y la economía del país, para los trabajadores de Huachipato».
«Claramente habla de que la decisión de la Comsión Antidistorsión no entrega garantías a largo plazo del funcionamiento de una compañía que es estratégica», apuntó
Asimismo, llamó a las autoridades a tomar decisiones en favor de la industria nacional, indicando que «así como en la década del 50 se pensó en el crecimiento hacia dentro, que pudiera garantizar la producción nacional con una industria estratégica, hacemos un llamado al Estado a tirar este comportamiento económico y tener una claridad en las decisiones que se tomen para garantizar la productividad nacional».
Del mismo modo, subrayó en el insuficiente nivel arancelario impuesto por la Comisión, que definitivamente no salvará a Huachipato. «Fuimos claros en decir que se necesitaba más del 20% o cercano en términos de cuotas de importación para corregir la distorsión económica que se estaba haciendo», dijo.
«Sin embargo, con esta decisión, ya están anunciando el cese de las operaciones, poniendo el riesgo la fuente de trabajo de 3 mil personas de manera directa, pero la cadena productiva abarca más de 20 mil personas, por lo tanto el problema para la región del Biobío es mayor».
Peligro inminente de cesantía
En el mismo tono, Álvaro Ortíz, alcalde de Concepción y jefe de la Asociación de Municipios del Biobío, lamentó el anuncio de cierre, calificándolo como «una triste noticia«.
«Queremos pedirle al Estado de Chile, al Presidente Gabriel Boric, al Parlamento, a todos y todas quienes tienen la decisión final de ayudar a Huachipato, a ponerse la mano en el corazón, y así evitar que 20 mil familias sufran la cesantía. Necesitamos ayudar a la industria de regiones, en este caso del acero», solicitó.
Similar opinión tuvo la diputada Marlene Pérez, catalogándo el hecho como «extremadamente grave«, pues «son miles de familias que ven afectada su fuente laboral«.
«Esto afecta tremendamente la economía de nuestra región y por lo mismo, voy a citar inmediatamente una sesión especial donde citaremos con carácter de urgente a los ministros de Economía y del Trabajo para que al menos den cuenta de cuáles son los planes de contingencia frente a esta grave situación», anunció.
Intervención del Estado
Asimismo, la diputada María Candelaria Acevedo aseveró que el fin de la siderúrgica «genera un daño irreparable a la economía local y nacional», y llamó al directorio a que «recapacite, a que se sienten a analizar las diversas alternativas, dado que el proceso de investigación de la comisión Antidistorsiones aún no cierra«.
La fecha de termino de la investigación es el 9 de septiembre, por lo que «queda tiempo para la presentación de nuevos antecedentes, para el análisis y para proponer nuevas salidas a este complejo momento».
Finalmente, reiteró en que «es necesario que el Estado tenga una participación más activa en empresas relevantes, u estratégicas como Huachipato», ejemplificando con el caso de Italia, donde «el Estado intervino la empresa de acero más grande de Europa».