En el mar de Pichilemu fueron hallados Rodrigo Cruz y su hijo Diego tras desaparecer una semana en el mar de Coronel. Según la Armada, no llevaban motor, ancla ni remo.

Con un resultado positivo concluyó la intensa búsqueda que pescadores y la Armada llevaron a cabo a lo largo de la semana desde la desaparición de dos pescadores en Coronel.

Se trató de Rodrigo Cruz (50) y su hijo Diego, quienes fueron hallados este domingo luego de perderse en el mar el pasado domingo 24 en su lancha «Alexia Esperanza»

Afortunadamente, una embarcación dio con su ubicación en la región de O’Higgins, a 3 millas al oeste de Pichilemu.

El capitán de puerto de Coronel Osvaldo Cuadra explicó que «están bien y en este momento en un centro asistencial en Pichilemu. Lo más probable es que sean derivados a otro centro asistencial regional en San Antonio» e indicó que «todavía no se sabe cuál fue la causa de la deriva».

Citando a datos de la Gobernación Marítima de Talcahuano y de la UdeC, la embarcación «iba a ir hacia el norte y hacia allá fue efectivamente, la distancia a costa era una incertidumbre, podían estar incluso a 100 millas, pero se encontró a 3 millas náuticas aproximadamente al oeste de Punta Lobos, en el área de Pichilemu«.

Además, sostuvo que «la embarcación está en buenas condiciones (…) pero ahora es importante seguir con un tratamiento también para esos dos pescadores, un tratamiento psicológico».

«Yo creo que estar a la deriva esa cantidad de días y haber pensado en muchos instantes que no los iban a encontrar, lleva también un problema detrás y es importante que se les haga un seguimiento y un apoyo psicológico al padre y al hijo», agregó.

Cómo sucedió la desaparición

Más tarde, Cuadra mencionó que en un inicio los pescadores «salieron por un par de horas. Fueron a las 10 de la mañana y tenían que volver a la 1 de la tarde, por ende, no salieron con teléfono celular, no salieron con ropa de abrigo adecuada, no salieron con alimento, ni agua para poder sobrevivir o estar en el mar seis o siete días, como si lo hacen otros pescadores artesanales cuando van a navegar una mayor cantidad de días».

En cuanto a la causa de la deriva en el mar, señaló que «estaban sin motor, sin remo y sin ancla […] llegaron hacia el área de Pichilemu».

«Estaban a la deriva, sin motor, sin posibilidad de moverse, sin posibilidad de tirar un ancla que retarda el traslado de la embarcación», añadió el capitán de puerto.