El eventual cierre definitivo de la Siderúrgica Huachipato y el consecuente desempleo masivo que implicará, mantiene en incertidumbre a miles de emprendimientos externos que dependen económicamente de la empresa, así como a trabajadores contratistas.
Si bien son cerca de 2 mil los trabajadores de planta en la Siderúrgica, los nuevos desempleados que provocará el cierre de Huachipato pordría subir a 20 mil, si se considera el ecosistema laboral vinculado a la usina.
En este escenario, la diputada María C. Acevedo (PC) se reunió con el ministro Nicolás Grau para solicitarle que las pequeñas y medianas empresas sean incluidas en el Plan Económico ideado por la cartera para el Biobío, y que establezcan un camino para el desarrollo de un nuevo modelo económico.
Acevedo explicó que la solicitud se sustentaba en la preocupación “por el difícil escenario económico que enfrenta nuestra región”, particularmente tras el anuncio del fin de las operaciones de la siderúrgica Huachipato.
Sostuvo que resulta sumamente importante que algunas de las medidas que se anuncien se centren en las pymes que quedarán perderán los contratos con Huachipato.
“Sabemos que hay una cantidad importante de empresas subcontratistas que no sólo no tendrán un plan de salida como el de los trabajadores que pertenecen a la siderúrgica, sino que también han quedado en total desprotección de cara al futuro«.
«Es por lo mismo que le he pedido al ministro Grau que se tenga especial consideración con estas empresas de la región, quienes son actores relevantes en el encadenamiento productivo de la zona”, añadió.
En la misma línea, la parlamentaria señaló que espera que la robusta propuesta del Gobierno -aún no publicada- pueda dar pie al desarrollo de un nuevo modelo de gestión económico para la zona, en el cual el trabajo decente sea uno de los ejes primordiales.
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