Un relevante hallazgo quedó al descubierto este viernes en la localidad de Quidico, en la provincia de Arauco.
Carabineros del OS9 realizaban diligencias investigativa por el asesinato de los tres carabineros en Cañete cuando encontraron una camioneta y un tambor repleto de armas, municiones y un chaleco antibalas enterrado en el sector Curaquidico, a 500 metros de la ruta donde se perpetró el atentado.
Si bien no ha sido confirmado, estos artefactos podrían pertenecer a los imputados por el crimen de los suboficiales Misael Vidal, Sergio Arévalo y Carlos Cisternas el pasado 27 de abril.
El fiscal Carlos Bustos especificó que se trata de «dos escopetas calibre 12, 63 municiones del mismo calibre, tres chalecos antibalas y una camioneta que mantenía encargo por robo desde marzo de 2024″.
«Lo relevante de este hallazgo dice relación con que, en la investigación principal, se pudo determinar que participaron a lo menos 2 escopetas que no han sido encontradas hasta el día de hoy«, aseguró.
«Es importante o va a ser importante realizar las correspondientes pericias respecto a estas dos escopetas, las cuales estarán a cargo del laboratorio de carabineros, quienes podrán verificar si participaron en estos hechos o en hechos similares ocurridos en la zona«, finalizó el persecutor.
Los artefactos serán periciados para establecer si fueron utilizadas por los hermanos Felipe (29) y Yeferson Antihuen (19), los únicos detenidos hasta el momento por el triple homicidio de los funcionarios. Hay un tercer detenido, Nicolás Rivas Paillao, en calidad de cómplice.
De momento, se desconoce el paradero de Tomás Antihuen, el cuarto presunto involucrado en el crimen que conmocionó al país.
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