El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, defendió este jueves la ley marcial que decretó el pasado 3 de diciembre y que se extendió hasta la madrugada del día 4, a días del inicio de una votación del Congreso para destituirlo.
«Pido disculpas de nuevo al pueblo, que debe haber estado sorprendido y ansioso debido a la ley marcial […] Por favor confíen en mi cálida lealtad al pueblo«, dijo en un encendido discurso televisivo el presidente Yoon.
«La Asamblea Nacional, dominada por el partido grande de oposición, se ha convertido en un monstruo que destruye el orden constitucional de democracia liberal«, declaró.
Yoon, a quien se le ha prohibido viajar al extranjero, se enfrenta en la actualidad a una investigación por «insurrección» en su círculo íntimo, incluido su ministro de Defensa, quien intentó suicidarse en la cárcel.
La policía intentó allanar el miércoles el despacho presidencial pero los guardias de seguridad le impidieron ingresar.
Ahora, ante una votación de impeachment en el parlamento el sábado para destituirlo del cargo, Yoon prometió «luchar con el pueblo hasta el último minuto«.
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