Información de Héctor Abarzúa.
Este lunes se realizó el ansiado cambio de mando del Gobierno Regional en el Teatro Biobío entre el gobernador saliente Rodrigo Díaz y la autoridad electa Sergio Giacaman, quien liderará la región por los próximos cuatro años.
En sus últimos minutos como autoridad, Rodrigo Díaz, el primer gobernador electo en la historia del Biobío, entregó declaraciones en las que habló sobre su futuro político y se refirió a los momentos más complejos al mando de la región, en alusión directa al Caso Convenios.
Acerca del cambio de mando, mencionó que «no es mi primer traspaso» y que «lo que corresponde es que la autoridad entrante presida la ceremonia, es propio de una democracia».
Sobre su futuro, descartó de plano una carrera parlamentaria. «No cumplo requisitos para postular, no renuncié cuando había que renunciar porque me pareció más importante terminar el periodo de Gobierno«, exclamó.
También habló acerca del legado que deja en el Gobierno Regional, asegurando que «entrego una region más fuerte institucionalmente que la que recibí […] lamentablemente con Santiago cuesta mucho avanzar, pero hay un par de facultades que se han entregado».
En ese sentido, apuntó a «la conformación del Plan Regulador Metropolitano y la transferencia que gestiono Óscar Ferrel del traspaso de la Unidad Operativo de Control de Tránsito».
«Traté de hacer todo lo que estaba a mi alcance por tener una mejor región, he puesto todo mi empeño y capacidad en eso, incluso para sobrellevar los problemas difíciles», expresó.
Asimismo, se refirió a los estragos que ocasionó el Caso Convenios y sus múltiples aristas judiciales que mantienen a múltiples exfuncionarios de su administración como imputados por delitos.
Lo calificó como «una de las cosas más difíciles» y llegó a compararlo con el asesinato de los tres carabineros en Cañete y el atentado al Molino Grollmus en Contulmo.
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