En sus doce años de pontificado, el Papa Francisco visitó 10 países de América Latina y el Caribe, pero Brasil siempre ocupó un lugar especial en su agenda y en su corazón: es el país con mayor número de católicos del mundo.
En total, el país contabiliza 182 millones de creyentes, es decir el 13% de todo el planeta, y eso a pesar del avance imparable de las iglesias evangélicas de los últimos años.
Jorge Mario Bergoglio, que pasará a la historia como el primer papa latinoamericano, realizó su primer viaje internacional a Brasil pocos meses después de asumir el pontificado.
Fue en julio de 2013, en ocasión de las Jornadas Mundiales de la Juventud, un evento que reunió a millones de fieles en la playa de Copacabana de Río de Janeiro. Fue un viaje para “encontrarse con los jóvenes”, como él mismo explicó a los periodistas.
“La crisis mundial no está tratando bien a la gente joven. Estamos corriendo el riesgo de tener una generación que no trabaja. Del trabajo viene la dignidad de una persona”, afirmó en aquella ocasión.
En su primer discurso en Brasil, el 22 de julio de 2013, el pontífice respectivo mencionó el “inmenso corazón» de los brasileños.
Además, aprovechó su paso por Río de Janeiro para visitar la favela de Varginha, en el suburbio de la ciudad costera, con el objetivo de manifestar su apoyo a los más vulnerables.
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