Este miércoles continúan los últimos alegatos en la audiencia por la desaparición y presunta muerte de la estudiante Narumi Kurosaki a manos del chileno Nicolás Zepdeda, la que se encuentra en fase de apelación, pues en primera instancia fue condenado a 28 años de cárcel.

Esta jornada estuvo marcada por las intervenciones de Sylvie Galley, abogada de la familia Kurosaki, y del fiscal del caso Etienne Manteaux, quien leyó los mensajes entre Nicolás y Narumi antes de su desaparición, lo que provocó una breve suspensión de la audiencia ya que la madre de la joven se encontraba presente y sufrió una crisis emocional.

«Su total falta de empatía hacia la familia Kurosaki. No encuentro circunstancias atenuantes. Hizo mal uso de sus dotes naturales al poner su inteligencia superior a la media al servicio de su proyecto criminal», afirmó el fiscal.

«En estas condiciones, exijo que sea declarado culpable y condenado a la pena máxima de cadena perpetua«, solicitó, de acuerdo con France Info.

Se estima que la sentencia final se dará a conocer este jueves.

Intervención de la Fiscalía

En su alocución, el fiscal Manteaux hizo una evaluación del proceso judicial en contra de Zepeda, declarando que «este es un proceso excepcional en muchos puntos«, apuntando a que «se hicieron investigaciones en cinco países» y porque «se produce en tres idiomas».

Acto seguido, repasó las pruebas que acorralan al chileno, exclamando «yo acuso a Nicolás Zepeda de asesinato sin que se haya encontrado el cuerpo de Narumi», para luego describir las situaciones registradas y el actuar del chileno.

Citando las pruebas presentadas, acusó que «nadie vio ni escuchó a Narumi Kurosaki después del 4 de diciembre. Ella nunca tomó el tren de Besanzón a Lyon. No llevó parca, ni dinero, ni zapatos. Sólo se llevó las toallas y las sábanas en su maleta».

«La presencia en su habitación de su único abrigo de invierno y de sus tarjetas bancarias hace que cualquier salida voluntaria sea poco realista», aseveró.

«Nadie volvió a ver a Narumi, sólo mandaba mensajes. No hablaba con sus amigos en japonés, los mensajes que mandaba a su familia eran incoherentes», continuó.

«Lo que permite datar la fecha de muerte de Narumi son los gritos de la noche del 4 al 5 de diciembre. Además, se escuchan ruidos fuertes. La naturaleza de esos gritos es unánime para los testigos: son de mujer, de horror, de espanto», aseguró Manteaux.

«Después de estos aterradores gritos, ¿se ha reportado la desaparición de algún residente? Nadie, excepto Narumi«, agregó.

Con esto en cuenta, el fiscal sostiene que «Nicolás Zepeda parece ser el autor evidente de este homicidio, sobre todo porque él, presente en la habitación 106, afirma no haber escuchado estos gritos. Llegó a decir, en una primera versión, que los gritos eran gritos de placer».

«Zepeda afirma no estar vinculado con la muerte de Narumi, pero mintió tanto en este asunto que la credibilidad de sus palabras queda destruida […]. Pero la mentira no es prueba de culpabilidad», reconoció.

Según el fiscal Manteaux, «fue Nicolás quien mantuvo la ilusión de que Narumi estaba viva, para enmascarar su propia presencia en Francia. Cuando sabe que está a salvo en Chile, ya no tiene ningún interés en mantener la ficción de la vida de Narumi».

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