Santiago Ford se anota en la historia del decatlón y suma el séptimo oro de Chile: el último fue en 1951
El atleta chileno nacido en Cuba se llevó el oro cómodamente en el decatlón, tras una extensa jornada de pruebas. Incluso cruzó la meta de los 1500 metros caminando.
Martes dorado para Chile. Santiago Ford, joven cubano nacionalizado chileno, se anotó a fuego en el deporte nacional luego de llevarse el oro panamericano en decatlón, ante una ovación de más de 20 mil espectadores del Estadio Nacional.
Ford enfrentó la tarde de esta jornada la serie de pruebas del decatlón masculino. En la última prueba, los 1.500 metros planos, el chileno debió mantener al menos 80 metros de distancia del estadounidense y el brasileño, sin necesidad de salir primero.
Fueron cinco las pruebas que Ford afrontó a lo largo del día: 110 metros valla, lanzamiento del disco, salto con garrocha, lanzamiento de la jabalina y los 1500 metros planos, la que desarrolló con relativa calma gracias a su excelente puntaje acumulado con anterioridad.
En la table general, Santiago ganó con 7.834 puntos, dejando al brasileño Jose Ferreira en segundo puesto con 7.748 y al estadounidense Ryan Talbot con el bronce luego de marcar 7.742.
Este logro cobra mayor importancia considerando que la última presea la disciplina del decatlón de Chile fue en Buenos Aires 1951. Este corresponde al segundo oro del país en atletismo, que se suma al oro en lanzamiento del disco de Lucas Nervi.
Además, el atletismo se mantiene como el deporte que más medallas le ha dado a Chile en toda su historia.
El duro camino al oro
Santiago Ford lleva tras de sí probablemente una de las historias de vida más dramáticas del Team Chile: salió de Cuba en avión hasta Guyana, para luego cruzar el Amazonas hasta la ciudad brasileña de Manaos. Posteriormente llegó a Perú y caminó hasta Chile por un paso no inhabilitado.
«Estoy feliz, porque logramos un sueño que tenía de pequeño, logramos cumplir con las metas que teníamos preparadas para este campeonato y feliz porque el pueblo chileno me apoyó de principio a fin», declaró el medallista chileno.
Sobre el cierre de los 1.500 metros, momento en que pasó la meta caminando y alzando los brazos al cielo, explicó que se le vino a la memoria las penurias que pasó para llegar a Chile.
«Me paré, no fue porque quise pararme, sino porque me acordé cuando estaba caminando por el desierto a las cinco y media de la mañana parado de pie sin saber qué hacer, pero con el objetivo claro que era llegar aquí«, relató.
«Y esos últimos 10 metros fueron ese reflejo de la madrugada, deshidratado, pero en mi corazón y en mi mente sabía que yo quería estar aquí, en este momento», rememoró.
También habló de su vida en Chile, contando que «llegué a un lugar en que todos me quieren, que todos me aman. A lo mejor, al principio no fue como uno pensaba, pero nunca perdimos la esperanza».
Asimismo agradeció que se le diera la nacionalidad por gracia por parte del Congreso Nacional. «Quiero agradecerle al senador Sebastián Keitel y a la diputada Erika Olivera, quien fueron los que impulsaron el proyecto de la nacionalidad para que hoy estuviésemos acá defendiendo los colores de Chile», sentenció.