El Arzobispado de Concepción determinó este miércoles la expulsión del presbítero Roberto Valderrama Bastidas, sacerdote que estaba siendo investigado por abusos sexuales.

El religioso era relativamente conocido en la zona pues era el encargado de realizar ritos de sanación y exorcismos. El año 2021 fue denunciado por su prima, a quien practicó dichos rituales, momento en que la agredió sexualmente.

La entidad clerical comunicó «el término del proceso administrativo penal en su contra, en el que se ha dictaminado la pena de expulsión del estado clerical, por delitos reservados a la competencia del Dicasterio para la Doctrina de la Fe», y que «dicha resolución ha sido comunicada a las víctimas«.

También señalaron que Valderrama, «conforme a las normas canónicas, podrá presentar por escrito la solicitud de revocación del decreto condenatorio en un plazo de 10 días«.

«Mantenemos nuestro compromiso con la verdad, justicia y reparación«, cerraron.

Previamente, el año 2018, Valderrama había sido nombrado parte de un Consejo Arquidiocesano para la Prevención de Abusos y Acompañamiento de Víctimas por el entonces monseñor Fernando Chomalí.

En aquella ocasión, señaló que «la Iglesia ha mantenido siempre la confiabilidad de estos casos. Tener un lugar aparte y que sean personas preparadas, ayuda a esto. Contar su historia, una situación de vida, que es dolorosa, y revivirla después de algunos años, no es fácil».

Luego de las denuncias por abusos sexuales, Valderrama fue marginado de las ceremonias religiosas y sus responsabilidades al interior del Arzobispado penquista. Su culpabilidad en las denuncias se determinó en 2022.