El judoca chileno logró una sorpresiva presea de plata en la final de la categoría +100 kilos, donde enfrentó al cubano Andy Granda.

Chile enfrenta serias dificultades para llegar a su sexta medalla de oro en los Juegos Panamericanos. Este lunes, el judoca Francisco Solís sumó una nueva final y medalla de plata en un duro combate contra su par de Cuba en la categoría +100 kilos.

Solís cayó en la final frente al caribeño Andy Granda, aunque lejos de la frustración, el nacional se mostró contento por el resultado. «No pude tener el oro, pero estoy viviendo un sueño al 100 por ciento«, comentó.

Finalizada la competencia, Solís le dedicó su participación a las familias chilenas, a quienes dice representar. «Quiero dedicar la medalla a todas las madres que son amas de casa y que, a pesar de las carencias que pueden tener en su hogar, cuidan a sus hijos con amor y mucha dedicación«, manifestó.

«También quiero dedicársela a todos los padres que trabajan a puertas afuera, alejados de sus familias, pero siempre con el foco de darle lo mejor a los suyos. Le dedico mis medallas a las familias chilenas, porque vengo de un lugar humilde«, sostuvo, con evidente emoción.

Francisco Solís analizó su participación deportiva, señalando que pese a su alegría por el resultado obtenido, apuntaba a subirse al lugar más alto del podio.

«Yo quería el oro, claramente. Creo que hice un buen combate, me apegué a la estrategia que hicimos con mi técnico, pero estoy feliz porque en algún momento me sentí basureado, porque algunos dirigentes ven lo que quieren ver», remató.

Fotografía: Photosport. Aton Chile.

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