El pleno de la Corte Suprema se encontró dividido tras la aprobación del acuerdo para la renovación de sus automóviles, con dos votos en contra que expresaron su disconformidad con la selección realizada.

A pesar de que el proceso de renovación está en línea con las normativas de buen uso de los recursos fiscales, surgieron controversias debido a la elección de un modelo híbrido de la marca Lexus, valuado en más de $56 millones según los precios de lista en diferentes sitios web de automotoras.

La renovación de toda la flota, que consta de 21 automóviles para los magistrados y uno para el fiscal judicial del máximo tribunal, implicaría un desembolso superior a los $1.200 millones, gestionado por diversos estamentos de la Corporación Administrativa del Poder Judicial (CAPJ), incluido el Departamento de Finanzas y Presupuestos.

El presidente del máximo tribunal, Ricardo Blanco, y la ministra Andrea Muñoz expresaron su desacuerdo con la decisión, abogando por la adquisición de «vehículos de la misma marca y modelo que se encuentran en uso actualmente», es decir, los Toyota Camry adquiridos en 2014, según consta en el acta del pleno del 2 de febrero.

En la sesión participaron, además de Blanco y Muñoz, los ministros Manuel Valderrama, Arturo Prado, Ángela Vivanco, Mauricio Silva, María Angélica Repetto, Adelita Ravanales, Mario Carroza, María Teresa Letelier, María Cristina Gajardo, Diego Simpertigue y Soledad Melo.

Criterio de elección

La elección del modelo de automóvil determinó diversos factores, incluyendo el presupuesto asignado, la disponibilidad de modelos en el país y criterios de eficiencia energética. Aunque inicialmente se buscó mantener el estándar de la flota actual mediante la adquisición de 22 unidades del modelo Toyota Camry Híbrido, se informó que dicho modelo se encuentra descontinuado para Chile desde 2021.

En ese sentido, se revisaron 64 marcas de características similares, privilegiando la búsqueda de vehículos híbridos no enchulables y con mayor eficiencia energética.

La alternativa viable resultó ser el modelo de la marca Lexus seleccionado, en concordancia con el instructivo sobre buen uso de los recursos fiscales. La cual indica la preferencia por vehículos cero emisiones o de mayor eficiencia energética en las renovaciones automotrices durante el año.