Sebastián Acevedo Becerra se quitó la vida mediante inmolación frente a la principal iglesia penquista para dar con la ubicación de sus hijos, secuestrados por la CNI.

Este viernes 11 de noviembre se llevó a cabo un emotivo encuentro en el frontis de la Catedral de Concepción a fin de conmemorar el 39° aniversario del trágico fallecimiento de Sebastián Acevedo Becerra.

En el acto, desarrollado frente al principal recinto eclesiástico de Concepción, decenas de personas se congregaron para recordar su muerte, incluyendo sus familiares y agrupaciones de DD.HH.

Recordemos que durante 1983 Sebastián Acevedo, obrero cristiano y de militancia comunista, fue protagonista de una memorable y trágica protesta tras el secuestro y detención de dos de sus hijos, María Candelaria y Galo, por parte de la Central Nacional de Inteligencia.

Estos últimos habían sido secuestrados por agentes de dicho organismo el 9 de noviembre y se desconocía su ubicación. Ante esto, su padre decidió buscar respuestas por su propios medios para dar con sus paraderos.

En ese contexto, cerca de las 13:00 horas del 11 de noviembre de aquel año, Acevedo gritó «quiero que la CNI libere a mis hijos» y se inmoló en plena vía pública, falleciendo horas más tarde debido a la gravedad de sus heridas.

María Candelaria Acevedo, diputada comunista por la región del Biobío e hija de Sebastián, expresó que «nuestro padre entregó su vida aquellos que estábamos siendo en ese momento secuestrados y torturados por la CNI«.

«Han transcurrido 39 años, en que junto a las agrupación de DDHH. hemos trabajado en función de la verdad, justicia, memoria y reparación. Creemos que nos falta mucho en lo que es que la gente pueda entender», manifestó la parlamentaria.

De igual forma, aclaró que «el hecho de que nosotros pidamos, que exijamos verdad, justicia y reparación, no significa que tengamos odio o queramos revancha en contra del otro, sino que esperamos que las víctimas de DDHH, tengamos la verdad y la justicia que cada ser humano necesita»

En el mismo tono, Galo Acevedo comentó que «buscamos que la ciudadanía, el pueblo de Chile, pueda tomar conciencia de que, independiente de las situaciones políticas que se hayan dado en la historia, aún se sigue desapareciendo gente«.

«Este acto de de conmemoración del aniversario de la muerte de mi papá quiero que signifique un reestudio de las situaciones que se están dando para que la gente no se olvide, porque, como decía mi hermana, si la gente olvida significa que las cosas puedan volver a pasar», finalizó.

Por su parte, Érica Acevedo, la menor de los hijos de Sebastián, indicó que «es imprescindible que la memoria se resguarde, que se conmemore y es muy importante para nosotros que venga aunque sea una persona y que eso se mantenga».

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